dilluns, 19 d’abril del 2010

Nunca el tiempo es perdido..o que me lo quitan de las manos.

Ayer me despedí de Paloma. Su erasmus era solo de tres meses y regresaba ya a Valencia. El sábado lo hice de Félix y Asun, vinieron a verme unos días. Hoy hace una semana que se fueron mis padres. Y un mes aproximadamente de la visita de Silvia, Edu, Esther, Nando, Bea, Paz, Roberto y Bea.
Voy a tener que despedirme de mucha gente por el mero hecho de que seré de las últimas que se vayan. Tendré que despedirme de mis compañeros de piso que se irán un mes antes que yo y me entristece porque aunque quedará gente, ellos han significado mucho en esta nueva etapa de mi vida. Veré marchar a Bárbara y solo de pensarlo se me hace un nudo en la garganta.
Llevo tantas despedidas en el cuerpo que empieza a ser una costumbre. Y cada vez más liviana. Personas que se cruzan en tu vida por un momento y luego se van. Algunas permanecerán con pequeñas visitas que serán la excusa perfecta para viajar. Otras las recordarás con una sonrisa por muchas promesas de visitas en el futuro, sabes que en eso se quedará.
La primera despedida fue a los 14 años, en un campamento de verano. Después a los 17 años, tras estar un mes en la maravillosa Irlanda. Y a los 18 años, donde conocí a uno de mis mejores amigos, en Inglaterra. Y deja de ser una tragedia griega porque comprendes que en la vida habrán muchas despedidas (ya me lo cantaba Ismael Serrano, que es tan corta la vida y son tantas despedidas).
Empiezo a hacer cuentas del tiempo que se ha ido y del que me queda de Erasmus y me da miedo el inexorable paso de este. Por la rapidez en que todo llega y se va. Porque le faltan horas a mis días y días a mis meses.
Por los hombres que se marcharon, cuyas despedidas fueron más bien silencios repentinos. Un punto final que llegó de golpe. Otros que se resisten a marchar de mi memoria y de los rincones más profundos de mi piel. Así es la vida. Así será mi vida con este cuerpo itinerante que, mucho me temo, me impida establecerme jamás en un punto fijo.
Por las despedidas que ya fueron, por las que vendrán. Por los amig@s que aunque tal vez jamás vuelva a ver, ya forman parte de mi historia. Siempre nos quedará Facebook.

dimecres, 7 d’abril del 2010

Y los muertos aquí lo pasamos muy bien entre flores de colores y los viernes y tal si en la fosa no hay plan... O pq me gustan los cementerios

Pot resultar morbós, de no estar ben acabà però m'agrada deixar-me caure pels cementeris de vegades.
Ací en Coimbra he descobert un de molt bonic. Per una zona que es diu Santo Antonio des Olivais. És el punt més alt de Coimbra i el cementeri és calcaet al de la peli Volver d'Almodóvar, però està distribuït per pisos, als que vas baixant per unes escales cobertes de flors. Els cossos estan soterrats en el sòl, coberts per terra, com deuria ser.
M'agrada llegir les inscripcions que fiquen els familiars, algunes d'elles et posen la pell de gallina i comprens el que eixa persona significava per a ells. I resulta que en portugués és més bonic encara. M'agrada anotar les millors, ací vos deixe una:

- Partiste. Custa tanto aceitar! Deixaste uma grande saúdade mas vives em nossos coraçoês. Ver-nos-emos na eternidade.

I mire les fotos. I calcule l'edat que tindrien al morir, he agafat l'habilitat de calcular-ho ràpidament...i invente històries de qui serien, de com moririen...i veig joves que no deurien estar i em fique trista. I veig vellets que segur que moriren de cansament i pense que així deurien ser les coses. I veus un vellet que porta un drapet a la mà i el passa per on deu jaure la seua dona, no ho saps molt bé, perque et sap mal detindre la mirada més del que toca. I t'amagues un poc per observar-lo, com mira la foto, li tremolen els llavis un moment, i penses que tu també vols eixe amor.
I respires la tranquil·litat que dóna la mort i les aromes de les flors que encara no s'han secat. T'aixeques i t'entren més ganes de viure que mai.





Puede resultar morboso, de no estar en mis cabales, pero me gusta dejarme caer por los cementerios de vez en cuando.
En Coimbra he descubierto uno muy bonito. Por una zona que se llama Santo Antonio dos Olivais. Es el punto más alto de Coimbra y el cementerio es calcadito al de la peli Volver de Almodóvar, pero está distrubuido por pisos, por los que vas bajando por una escalera cubierta de flores. Los cuerpos están enterrados en el suelo, cubiertos por tierra, como debería ser.
Me gusta leer las inscripciones que ponen los familiares, algunas te ponen la piel de gallina y comprendes lo que esa persona significaba para ellos. Y resulta que en portugués es más bonito todavía. Me gusta anotar las mejores, aquí os dejo una:

- Partiste. Custa tanto aceitar! Deixaste uma grande saúdade mas vives em nossos coraçoês. Ver-nos-emos na eternidade.

Y miro las fotos. Y calculo la edad que tendrían al morir. He cogido la habilidad de calcularlo rápidamente. E invento historias de quienes serían, como morirían..y veo jóvenes que no deberían estar y me pongo triste. Y veo viejecillos que seguro que murieron de cansancio y pienso que así es como deberían ser las cosas. Y ves a un anciano que lleva un paño en la mano y lo pasa por donde debe yacer su mujer, no lo sabes muy bien porque te sabe mal detener la mirada en él más de lo que toca. Te escondes un poco para observarlo, como mira la foto, le tiemblan los labios un momento y piensas que tú también quieres ese amor.
Y respiras la tranquilidad que da la muerte y los aromas de las flores que aún no se han secado. Te levantas y te entran más ganas de vivir que nunca.

diumenge, 4 d’abril del 2010

Busque un refugi / Busco un refugio

Emprens viatges, alguns per plaer, altres fugint d'alguna cosa que de vegades no saps ben bé que és, i aixó és realment fotut perquè no pots fer-li front.

Diuen que fugir és de covards. Jo no jutjaria tan ràpidament. Esperaria a vore l'actitud quan tornes. Perque sempre hi ha que tornar.

Vaig fugir a Portugal? Sí. De què o qui? De mi mateixa. Fugia d'una Anna en standby. D'inseguretats, de capullos, d'un mode de vida que s'havia quedat totalment parat.

Fugir d'allò que anirà amb tu sona estúpid però ahí el sentit de tot. Comences des de cero (fotre quantes vegades m'he resetejat) i amb una actitud totalment diferent a la de sempre. I veus com reacciones davant algunes coses i te comences a agradar a tu mateixa, el que fas i com ho fas, no li digau vanitat, digueu-li autoestima, que comença a arribar a la meua vida.

No sóc partidària de fronteres físiques però les mentals vénen bé. T'adones del que deixes. D'allò que has de tirar al fem quan tornes perque ja estarà podrit i d'allò que mai deixaras perdre.

Em sent com si estaguera fent la mili. Pense que vaig a tornar feta una dona.


Emprendes viajes, algunos por placer, otros huyendo de algo la mayoría de las veces sin saber de que, y es lo jodido porque no puedes hacerle frente. Dicen que huir es de cobardes. Yo no juzgaría tan rápidamente. Esperaría a ver la actitud cuando regresas. Porque siempre hay que volver.

¿Huí a Portugal? Sí. ¿De qué o quién? De mí misma. De una Anna en standby. De inseguridades, de capullos, de un modo de vida que se había quedado totalmente parado.

Huir de algo que te llevas contigo suena estúpido. Pero ahí el sentido de todo. Empiezas desde cero (joder cuántas veces me he reseteado) y con una actitud totalmente diferente a la de siempre. Y ves como reaccionas ante las cosas y te empiezas a gustar a tí misma, lo que haces y como lo haces; no lo llaméis vanidad, llamadlo autoestima, que empieza a llegar a mi vida.

No soy partidaria de fronteras físicas pero las mentales vienen bien. Y te das cuenta de lo que dejas. De lo que tienes que tirar a la basura cuando vuelvas porque estará ya podrido y de lo que jamás dejarás que se pierda.

Siento como si estuviera en la mili. Creo que voy a volver hecha una mujer.